Empezamos con esta controversia entre los cubanos Justo Vega y Adolfo Alfonso, dos maestros del punto guajiro cubano.
ADOLFO
Ya después de haber cumplido
este deber sin recelo
tengo que encenderle el pelo
a mi rival engreído.
El pensaba, confundido,
que ya se me iba a escapar,
pero le tengo que echar
veneno a este comején
porque no me siento bien
si no lo pongo a gozar.
JUSTO
Yo pensaba por el día
de la mujer federada
que éste no iba a cantar nada
fuera de la poesía.
Pero, por la tontería
de su necio proceder,
no puede pertenecer
a la esfera de los buenos
un hombre que tiene menos
seriedad que una mujer.
ADOLFO
Sigue con su seriedad
este pichón de cocuyo,
¡hay que ver que ya lo tuyo
se pasa de enfermedad!
Tu rabia y tu terquedad
te conducen al complejo,
y, a juzgar por tu reflejo
de berrinchoso amargado,
creo que te han inyectado
glándula de mono viejo.
JUSTO
Te burlas y me rechazas
con tu sentido jocundo
como si todo en el mundo
tuviera iguales cachazas.
Cuando esa barrera trazas
para mi andar campesino,
no sé por qué me imagino
que me quieres detener,
que tu burla quiere ser
un peñasco en mi camino.
ADOLFO
No me vengas a engañar
con tu verso rebuscado
que tú estás necesitado
de la salsa popular.
No hables de cielo, de mar,
de ríos y de palmeras,
ve buscando la manera
de cambiar el caminito
y ya tú verás, viejito,
qué buena es la ruñidera.
JUSTO
Me lanzas la salsa viva
de tu burla en el semblante
para que mi voz no cante,
para que mi flor no viva.
Por esa fuerza agresiva
de tus arranque burlones
me supongo, en ocasiones,
que tú tienes la intención
de arrancarme el corazón,
de romperme los pulmones.
ADOLFO
Yo te doy de mi alegría
para ver si así floreces
porque tan serio pareces
la estampa de la herejía.
JUSTO
Rompe la atmósfera fría
de tu inteligencia opaca.
Ataca más duro, ataca,
que en el ataque mayor
es donde más y mejor
mi décima se destaca.
ADOLFO
¿A quién quieres parecerte
con tu son de guapería?
JUSTO
Quiero, con más energía,
y con más fuerza, moverte.
ADOLFO
A tu costa se divierte
este pueblo que celebro,
que distingo y que requiebro
con la conciencia más clara...
JUSTO
Porque a ti te sobra cara
pero te falta cerebro.
ADOLFO
Y a ti que te falta abuelo...
JUSTO
A mí no me falta nada.
ADOLFO
Te falta la carcajada.
JUSTO
Y a ti te falta hasta el pelo.
ADOLFO
Yo soy todo un caramelo.
JUSTO
Tú eres un payaso ruín.
ADOLFO
Tú eres más flaco que un guín.
JUSTO
Tú eres más feo que un sapo.
ADOLFO
Tú vales menos que un trapo.
JUSTO
Y tú eres un adoquín.
ADOLFO
Tú eres cerebro de iguana.
JUSTO
Tú eres seso de mosquito.
ADOLFO
Tú eres el ratón Mikito.
JUSTO
Y tú eres la mona Juana.
ADOLFO
Tú eres una palangana.
JUSTO
Y tú eres un garrafón.
ADOLFO
Tú eres como el camaleón
que se enreda en el bejuco.
JUSTO
Y tú eres un ceboluco
en medio del callejón.